Reír, llorar, dormir,

soñar, no bailar, extrañar,

pelear, divertirse, hablar,

cantar, comer, mirar,

pasear, besar, salir,

amar, amar, amar.

Eso y un montón de cosas más, en 22 meses. Sentir lo que nunca sentí, sentimientos opuestos, encontrados, recíprocos, tiempo lejos, tristes decisiones y elecciones que ayudaron a estar bien, disfrutarnos por completo.

Veintidos meses desde ese día que paraste y no nos separamos más (solo un tiempo para mejorar las cosas); ese día que guiñaba el ojo de los nervios y fumaba sin parar, que pasamos 9 horas juntos, que era la fiestita de preescolar de Mateo y no fuiste para quedarte conmigo, que me acompañaste a mi casa y te dí un beso porque no quería esperar un día más... ya había esperado un año. Y vernos al otro día, y llegar media hora tarde, odio la impuntualidad, y al otro día y al siguiente. Y salir juntos por primera vez, donde estaban tus amigos, que hicieron apuestas y me dijeron gorda, y volver a mi casa.....

Conocer a la familia, aprobar con ayuda de tu mamá, cenar juntos, hacer planes, noches de frío, tardes de calor, cumpleaños, regalos, viajes, navidad y año nuevo, el mar, la arena, los waffles, el mate, protector solar en la espalda, frizze de durazno, perfumes, discos, ropa.

Cuarenta días sin vos, de llorar, llorar y llorar, jurar que nunca más, sentir rencor, desesperación, querer besarte y abrazarte...y no poder.

Llamadas, llamadas y más llamadas, meter a gente, perdoname, no te llamó mas, ya fue, extrañar cada vez más, mensaje, Irte, mail, mensaje, abrir la puerta y reír, ¿qué hacemos ahora?, de a poco, todo tranquilo, pero no puedooo, no aguantooo, te quiero ver, y si...todos los días, tener miedo, advertencias, no me importa nada, juntos otra vez, difícil, mejorar, mejorar, mejorar.

Y ahora así, juntos, haciendo planes, felices, disfrutando, amando, ojalá que siempre...

Te amo chancho.